Reseña disco de Labouns: “Viajeros” Canción a canción

Labouns es un soplo de aire fresco a la escena rock murciana, y por ello merecen un análisis canción a canción que saque a relucir las bondades de este disco, “Viajeros” es una joya que no podéis dejar pasar.

El álbum empieza con “Animal”, una canción que mezcla a la perfección los tintes más clásicos de la guitarra rock clásica con la moderna, conformando un equilibrio que se cristaliza en la sugerente letra y la voz de Rafa: “Directo al fondo de tu paraíso empiezo a delirar, adicto a tu instinto animal”. El interesante juego de guitarras que confluyen en el solo y en el outro instrumental funcionan como carta de presentación e ilustran perfectamente lo que nos vamos a encontrar más adelante.

“Fuego y Lobos”, el segundo corte del L.P. empieza con un pegadizo riff que incita al movimiento, ese riff será el eje sobre el que se vertebrará una canción enérgica y vivaz. La línea de bajo es una apisonadora y se funde con el mencionado riff a la perfección, abriendo las puertas de la percepción musical de calidad. “Déjalo estar, sé un animal que olvida todo”. Las letras siguen incitando a sacar ese lado salvaje que siempre se ha venido relacionando con el rock. La coda musical es también de resaltar, guitarras con sonido rock alternativo que nos recuerdan a los Strokes más salvajes y , en ocasiones, a los mejores momentos de los Arctic Monkeys.

El disco continúa con con #Uno, con Ignacio (bajista) a la voz. Una canción que mezcla elementos del punk-rock y el surf-rock con unos coros de falsetes que realmente enganchan: “Yo sueno crudo, crudo, crudo, yo sueno sucio, sucio, sucio, sucio”. Lo tienen claro, claro, claro estos chicos, no van debroma, traen rock potente y guitarrero.

“Aliento” es una de las piedras angulares de este álbum, pues muestra una cohesión entre instrumentos muy profunda con voces también están muy trabajadas y quizá por eso sea la propuesta más interesante y moderna, un hit.

“Náufrago” da continuidad a este enérgico disco con un riff de guitarra potente y pegadizo a más no poder, que muestra reminiscencias de los mejores: Stevie Ray Vaughan, Jimi Hendrix, etc. Otro melocotonazo acompañado de manera genial por una batería y un bajo repletos de ‘groove’.

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“Negro y Gris” es un soplo de rock fresco en toda la cara. Guitarras afiladas que nos retrotraen al sonido más norteamericano de grupos como ZZ Top. Todo ello modernizado por las manos de Rafael Mula, guitarra y voz y también con el inestimable trabajo del gran productor lorquino Antonio Laborda. Aunque hoy en día vivimos en la era de la reproducción digital y las fronteras entre géneros y estilos son muy difusas. “No quiero amanecer, no puedo estar así”. Letras que hacen referencia al desamor, a la vida bohemia, al poeta ‘flanêur’, que decía Walter Benjamin. Está claro que los lorquinos son una banda con una actitud rockera que les es natural, y son geniales mostrándola.

Llegamos a otro punto clave del L.P.  “La Gran Ciudad” es un tema posmoderno con un ritmo y unos coros que incitan a mover el cuello hasta al espectador más descafeinado: “Vamos a explotar en la gran ciudad, morir es mejor cuando no haya nada por lo que luchar”.  Es de destacar el solo de batería y el de guitarra que le sigue: muy Hendrix, una vez más, la escala pentatónica da mucho juego, como nos han enseñado guitarristas como Gilmour.

Después viene otra canción donde hallamos a Ignacio a la voz, sacando el lado más veraniego y surfero del álbum: “Mójacar”. Las guitarras que acompañan son clásicas y modernas al mismo tiempo, con algúna referencia —quizá imaginaciones mías— a los Arctic Monkeys. Un tema para darlo todo en directo, eso está claro.

El noveno corte del álbum: “Silencio”, empieza como una balada un tanto oscura y muy melódica que deviene en unas armonías de guitarra emotivas. “Tras la soledad buscaré un lugar, buenos tiempos en silencio”.

“Reinvención” hace honor a su título y hace gala también de unos efectos sonoros y unas melodías muy interesantes y novedosas.

Y nos vamos acercando al final de este redondo disco, “El Rey de la Montaña” da paso una vez más a unas líneas de guitarra cañeras, esta vez acompañadas por el sonido de una armónica blues. La canción tiene un interludio suave con unos coros en falsete apoteósicos que nos trasladan a la mejor época del rock psicodélico.

El disco se cierra con “Amanecer”, un tema acústico muy profundo y emotivo; quizás la parte más pop del disco, que no por ello la más tranquila, pues la guitarra acústica se acompaña de una eléctrica que va interpretando fraseos de blues. La voz es sublime, se nota el buen gusto, las buenas influencias y las buenas líricas también.

En definitiva, Labouns presenta una carta de presentación musical impecable y estamos seguros de que van a dar mucho que hablar en la fructífera escena musical murciana, os dejamos unos vídeos que les grabamos en un concierto de 2017 y os recomendamos que los escuchéis (en el disco y en directo).

Juan Antonio Franco López

Fotografía cedida exclusiva: Julio Escudero

Murcia, 03/01/2018.

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